lunes, 17 de diciembre de 2012

LA LIBERTAD DE PRENSA


Los peligrosos avances de un inteligible izquierdismo, en su morboso empeño de transformarlo todo, desquiciando los sistemas que norman la vida de los pueblos, ha dado margen para que cambien sustancialmente las estructuras jurídicas de muchos países. En Alemania, por ejemplo, Hitler se ha visto precisado a adoptar enérgicas medidas contra los órganos de propaganda comunista, al extremo de verse obligado a organizar un servicio completo de censura externa que no permite ni el ingreso de prensa roja importada de fuera, ni tolera que se extienda ni se produzca lo que pretenden llevar a cabo dentro de la nación.

Otro ejemplo de la misma índole nos lo da Italia con la creación de dependencias especiales que controlan minuciosamente toda expresión de carácter comunista imponiendo la propagación de las teorías rojas.

Y es que ha llegado el instante en que la sociedad ha tenido que cohesionarse ante el peligro que significaba el peligroso avance de la oclocracia.

[...] Los funestos resultados de la complacencia se han visto fructificar por desdicha en los países en que los gobiernos no quisieron poner a tiempo coto a tales desmanes. [...]

El rotundo fracaso del plan quinquenal y otras muchas manifestaciones más de inadaptación, ha servido para que aún los propios agentes del soviet se convencieran de lo ineficiente e impracticable de sus metodologías sociales.

Diario Acción, 5 de octubre de 1934.